El primer Gobierno de coalición de la democracia ha conseguido que se tramite por vía parlamentaria una ley que despenalizará el derecho a la eutanasia. Aunque suele haber confusión con el término —no es lo mismo eutanasia que muerte digna o suicidio asistido—, si la norma sale adelante, España será el cuarto país europeo en introducir esta realidad en su ordenamiento jurídico.
Lo hará después de Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos, aunque fuera de la UE Canadá también lo aprobó en el año 2016. Los ordenamientos de estos tres estados aceptan tanto la eutanasia como el suicidio asistido, que permite facilitar los medios para que el paciente se suicide sin interferir directamente en la acción. Es el caso de Austria, Alemania, Finlandia o Suiza, que permiten casos bajo esta fórmula.
Por último, la eutanasia pasiva es la fórmula más admitida en Europa. Esta consiste en derivar la muerte del paciente al suspenderle de tratamiento médico o alimentación; en su vertiente indirecta, el fallecimiento se provoca al suministrar demasiados paliativos para el dolor.
Inglaterra, Italia, Suecia, Hungría o Noruega que permitían casos de eutanasia pasiva bajo ciertas circunstancias, pero la activa y el suicidio asistido son más restrictivos. Estos son los países que la tienen regulada:
Suiza
El Código Penal suizo contempla el suicidio asistido desde 1937, pero no permite la eutanasia voluntaria aunque se haga "por motivos respetables" (Art. 114). A partir de los años 80 las organizaciones sin ánimo de lucro empezaron a administrar medicamentos letales para ayudar a los suicidas, aunque no pueden hacer promoción de ellos.
La legislación funciona así: los médicos pueden dar recetas con medicamentos que acaben con la vida del paciente, siempre que este sea este el que se lo suministre a sí mismo. No pueden, por ejemplo, ejercer una inyección letal, pero sí proporcionársela al doliente. En 2019 se practicaron más de 12.000 suicidios asistidos de este modo.
Países Bajos
Países Bajos fue el pionero en aprobar una ley de eutanasia activa (y profesional) en 2002.
Bajo el nombre de Ley de Terminación de la Vida a Petición Propia, el país legalizó la inducción médica a la muerte de aquellos pacientes, siempre residentes en el país, que confirmaran en varias ocasiones su deseo y que se encontraran en una fase terminal y sin opción a tratamiento.
La última incorporación a este colectivo de países se produjo en Luxemburgo hace 11 años, en 2019.
OPINIÓN PERSONAL
Vivimos en pleno siglo XXI y que noticias así salgan en nuestro país es un avance. No sabemos como va funcionar porque la teoria es una cosa y la practica es otra, pero me parece una noticia muy buena que se de luz verde a la eutanasia en nuestro país, pues estoy totalmente a favor de que como personas, poemos decidir cuando acabar con nuestra vida cuando creemos que no podemos más. No me refiero al suicidio, sino de aquellas personas que sufren debido a enfermedades, esas personas así como tienen el derecho de vivir dignamente, tienen el derecho de tener una muerte digna. He leido argumentos en contra, pero creo que las personas que opinan en contra piensan que se les está obligando a morir, es igual que el debate del aborto o no... nadie obliga a nadie hacerlo, pero todos debemos de tener el derecho de decidir.
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